El abandono del patrimonio almeriense es clamoroso. Este año la Delegación Provincial de Cultura dispondrá de un 55 por ciento menos de presupuesto. Sin embargo, a la vista de lo realizado en estos últimos años en la restauración de nuestros monumentos quizás hasta convenga alegrarse. Valga como ejemplos la irreparable destruccción del Mausoleo de Abla y la «reversible-provisional-redefinitiva» restauración de las torres de acero corten de la Muralla de Jayrán.
Otra característica de muchas de las restauraciones realizadas por la Consejería de Cultura en nuestros monumentos es la profusa y reiterada utilización del metal. Un abuso que el historiador y miembro de la AAAA Antonio Gil Albarracín escribe en su artículo «La plaga metálica»
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LA PLAGA METÁLICA, artículo publicado en LA VOZ DE ALMERÍA, el 7 de febrero de 2011
El descubrimiento de la fundición metálica se produjo en la prehistoria y su importancia fue de tal magnitud que ha servido para denominar extensos periodos de la historia de la humanidad en los que los avances en la técnicas de fundición de los minerales y su aleación supusieron progresos indudables en la evolución humana, con hitos notables en tierras almerienses, como las culturas de los Millares o del Argar.
Durante milenios el empleo de los metales ha quedado reducido a su uso para la fabricación de armas, herramientas y excepcionalmente se aplicaban a la arquitectura, salvo para la fabricación de puertas, a menudo decoradas con primor, o para el refuerzo de las que se hacían de madera, cuando se quería obtener mayor solidez y seguridad, además de su empleo en la escultura para el embellecimiento de espacios públicos o privados. El uso de metales preciosos para forrar cúpulas y similares, como signo evidente de riqueza y poder, resulta una excepción que muy pocos pudieron costear; pero son signos de riqueza ajenos a una tierra pobre como la almeriense.
La producción masiva de metales a partir de la revolución industrial generó desde el siglo XIX una arquitectura propia que llenó los países con desarrollo industrial de puentes, estaciones de ferrocarril o mercados que emplearon los metales, especialmente el hierro, como elemento constructivo básico, al que se ha aplicado la denominación genérica de la arquitectura de los ingenieros.
Resulta especialmente representativa de esta arquitectura la torre Eiffel, construida para conmemorar un siglo de revolución francesa y de avance científico, representación vertical de una operación matemática, que sin duda, a pesar de sus detractores, se ha convertido en símbolo indiscutible de París.
El recurso a los metales a continuado a lo largo del siglo XX incorporando al patrimonio arquitectónico edificios tan valiosos como el Museo Guggenheim de Bilbao de Frank O. Gehry, por citar sólo uno de los grandes iconos de la arquitectura contemporánea, sin apenas detractores en su reconocimiento.
Sin embargo, algunos arquitectos, probablemente demasiados, aplican unos avances, que tienen indudable valor en edificios de nueva planta, para la restauración de monumentos que constituyen elementos fundamentales del paisaje cultural generado a lo largo de la historia.
De la lectura de las normativas sobre el patrimonio vigentes en España y específicamente en Andalucía, resulta taxativo el respeto a los materiales originales en las restauraciones de monumentos, salvo excepciones que se han de justificar con argumentos suficientes, pero una lectura torticera permite integrar los metales como parte fundamental de restauraciones de edificios que nunca contaron con el protagonismo de los mismos ni en su idea ni en su desarrollo, atentando contra el valor del monumento y su carácter de testimonio del pasado.
Cuatro ejemplos recientes de restauraciones, de las que trataré a continuación, ilustran sobre esta alteración de los monumentos con los que el pasado había enriquecido las tierras almerienses mediante una plaga metálica que, siempre que fuera posible, se habría evitar y en aquellos casos que se pueda, retirar para recuperar la imagen de un pasado que nunca se debió de adulterar.
El convento de San Cleofás o de la Virgen del Victoria de la orden de San Francisco de Paula en Vera acumula una compleja historia que incluye su origen en el siglo XVII, la ampliación en el siglo XVIII, la desamortización en el XIX, y un largo periodo de abandono en el XX, que acabó con la venta del inmueble religioso por el obispado de Almería al ayuntamiento de Vera y la posterior restauración del mismo, demoliendo la bóveda, sustituyéndola por una superficie de aluminio a dos aguas, metal que también fue empleado de forma masiva en el crucero, y destruyendo el programa de frescos rococó más coherente del obispado de Almería considerado, a falta de un estudio adecuado, como “pinturas sobrepuestas”, como ya he tratado otras veces.
Otro caso indudablemente desgraciado ha sido el encanallamiento con que se ha tratado el mausoleo romano de Abla, noble edificio funerario sorprendentemente conservado a pesar del desprecio que ha sufrido históricamente, por iniciativa de la Junta de Andalucía un mal proyecto de restauración destruyó su paramento original para imponerle otro, que posteriormente fue arrancado para dejar el resto descarnado que se salvó de la destrucción. Por si no fuera poco el encanallamiento sufrido por el monumento, se procedió a anteponerle una escalinata de hierro corten y una gran puerta del mismo metal. Los dos elementos sobrepuestos al monumento adulteran gravemente la imagen del edificio, al adquirir ambos un protagonismo desproporcionado que, sin duda supone un notable desprecio a la imagen histórica del mismo.
También hay otra muestra evidente de desprecio y desproporción en la pretendida restauración acometida por la Junta de Andalucía en el castillo inferior de Bacares, el que se halla en un extremo del barrio del Castillo, en la misma población.
Los nobles restos de la fortaleza histórica se han visto agredidos de forma inmisericorde con la adicción de los siguientes elementos: un edificio de nueva planta que sustituye otro popular mucho más modesto y menos pretencioso, el empleo probablemente ilegal de grandes cantidades de cemento para intentar paralizar el deterioro de algunos tapiales, el uso de unas pasarelas desproporcionadas que ahogan el edificio histórico y mucho hierro corten para dar al resultado un airecillo de modernidad que intente desviar, sin conseguirlo, la indignación que produce el producto obtenido.
Finalmente, hasta ahora, también la Junta de Andalucía ha acometido la restauración del paño de murallas que se extiende entre la Alcazaba y el cerro de San Cristóbal, en la misma ciudad de Almería, conjunto que sin duda necesitaba una restauración tras muchos años de abandono. Sin embargo dicha circunstancia y la aparición de problemas no previstos inicialmente han llevado a extender la plaga metálica a la muralla islámica de la ciudad mediante la reconstrucción de parte de dos de sus torres con acero corten. Se trata de una solución que destruye con dos bofetadas de un color pardo oscuro un paisaje histórico que había resistido durante un milenio a cualquier intento de adulteración significativo; pero ha sucumbido, espero que por breve espacio de tiempo, a la capacidad de frivolizar el pasado que ha demostrado la incompetencia de una administración que no sólo demuestra su incapacidad para cumplir con la función que tiene asignada de proteger los monumentos, además financia su adulteración.
La Delegada de Cultura de la Junta de Andalucía ha indicado recientemente que el empleo aberrante de hierro corten en la muralla de la Hoya era reversible, espero con urgencia que se haga pública la fecha del inicio del trabajo de su retirada y sustitución por una solución más acorde con el carácter e importancia del monumento.
Antonio Gil Albarracín
Hay más ejemplos como el castillo de Serón y seguro que hay más que se nos pasan.
La enfermedad en concreto se llama ACERO CORTEN. Un estupendo metal autoprotegido que se empezó a usar en cimentaciones y ahora mancha con chorreones de óxido cualquier invento público.
De metal es la nueva escultura de Moreno, frente al Auditorio, una espléndida Sirena -no mejor que las otras dos piezas monumentales en la Rambla-. El problema gordísimo es que técnicos-comisiones de patrimonio-y Consejería de Cultura no saben hacer buen uso de los metales ni de otros materiales.
Carta de presentación de la aspirante a alcaldesa de dalías: tengo varios chumbos verdes o pencas pichosas. Consentí la destrucción del mausoleo romano de Abla del s.II; participé animosa en la barbarie de la muralla de Jayrán del siglo XI; he dado lugar a que castillos, cortijos y demás legado entren en trance de ruina. Votadme. Sus forraré de acero toas las casas.
Tiene de acero corten
blindada el alma Almería;
al óxido que le den,
y ella feliz a Dalías.
La Junta tiene su punta
si ERES falso jubilado,
o si con torres de acero
nos aniquila el legado.
Si con la Junta me ajunto
he de salir mal parado.
Comisión de Patrimonio,
¿qué haces que no te enteras?
!Demonio!
Y si te enteras y a veces
no te das por enterada,
Comisión de Patrimonio,
estás un poco alelada.
Para qué quejarse tanto con estas torres de lata.
Cualquiera puede por sabio meter un poco la pata.
Que le quiten las camisas oxidadas a Jayrán,
y que me lo descamisen, que mucho mejor está.
Callejón o encrucijada
a la herencia cultural
esta de planchar las torres
que le rompen la unidad
a la antigua fortaleza
y a los muros de Jayrán.
Ah, si la fuerza de un sismo
la tierra hiciera temblar,
y el blindaje de las torres
vinieran a despegar,
¡qué fiesta en la ciudad vieja,
está que muriendo va
por un callejón incierto
de golpes y de pesar.
Era un gran arquitecto, el mejor de la tierra,
el mausoleo romano alicató basterra.
Bajo de la alcazaba tuvo feliz vIsión,
forrar muros de acero con férrea protección.
Allí fueron romeros en grata procesión,
y del metal grosero perdieron devoción.
Siento no tener habilidades líricas, para unirme al canto y al planto por la muralla. Pero hay algo serio que envío a la reflexión de todos. Y es que el candidato socialista que aspira a ser alcalde de Almería no ha dicho ni está boca en mía, por lo que ya sabemos cual es el modelo de ciudad que quiere. Con todos mis respetos, el silencio y la falta de compromiso no es camino a seguir.
Ya estamos politizando el asunto torreado. Si, es verdad que el partido andalucista, izquierda unida y partido popular han protestado por el bodrio de las planchas herrumbrosas, y que el candidato socialista no ha dicho nada. Pero ¿quién ha dicho que no va a hacer unas declaraciones favorables a que quiten el espantajo? Seamos pacientes, y demosle tiempo al tiempo. No politicemos, por favor.
El caso es criticar, lenguaraces. Pues que sepais que alguien me ha dicho que este señor del psoe va a decir algo muy potente sobre las murallas de la Hoya. Os vais a quedar pinchaos. Asi que nada de politiqueos baratos. Corta y rema, que vienen los vikingos.
Un empujoncillo más a las palabras y echamos abajo el postizo o adefesio de la Hoya.
Abajo el patrimonio, dijeron muy sobrados,
por bloques de cemento pronto serán cambiados.
A una muralla vieja cualquier remiendo cuadra,
cualquier sabio la arrolla, cualquier necio le ladra.
Que en las Torres no quede ni huella de Jayrán,
ni corazón ni estilo de obrero musulmán.
A su maltrecho cuerpo, acero violentemos,
su legado borrado y su historia olvidemos.
Artífices y sabios serán sus enemigos,
le harán temblar a muerte, a llantos y a suspiros.
Muchedumbre exaltada por estupefacción
pondrán gritos al cielo para su salvación.
AMIGOS DE LAS TORRES Y MUROS ASEDIADOS,
INGRATA VIGILANCIA OS TIENE DESVELADOS.
La tierra que no guarda tesoros recibidos
sin memorias ni almas tendrán largos olvidos.
Gerineldo Martínez Rúa.
Lo diré en dos palabras: IM PRECIONANTE
Otro que tal metal
para ocultarnos
con histeria la historia,
las piedras que heredamos.
Soberbia e ignorancia
nos hizo parcheadores,
y ya nada se supo
de pueblos anteriores.
En los muros del tiempo
no encontramos lectura,
ciegos al alfabeto
de antigua arquitectura.
Nada vio la torpeza
y el desconocimiento,
un saldo de metales
mísero atrevimiento.
Esta hermosa muralla
que a dos montes se abraza
y entre dos fortalezas
ha vivido enlazada,
ya tiene una ruptura
como una cruel lanzada
donde Almería se queda
sin historia pasada.
Quedarse sin memoria,
hundirse en el olvido,
tapar cuerpo glorioso,
borrarle lo vivido.
Hacer del tiempo, polvo
que se vuela en el viento,
destrozarle la entraña,
cegarle el sentimiento.
Cubrir con un escudo,
ponerle una coraza
de metal en el pecho,
quemarlo como brasa.
Esta hermosa muralla
que a dos montes se abraza
un listo la persigue
y un monstruo la acobarda.
Cuando llegue lo del voto
acuérdate del corten,
y dales donde más duele,
que les den y que les den.
En las urnas habla el pueblo
y es su voto una sentencia
contra ignorancia y olvido,
contra desprecio y soberbia.
Las torres de los postizos
y de los rojos implantes
se han de desnudar bien pronto
y quedarse como antes.
Cuando llegue lo del voto
acuérdate del corten
y dales donde más duele,
que les den y que les den.
Me asome a la almena,
no diré que vi,
dos torres de pena;
me creí morir.
La campana de la Vela,
esa que está en la Alcazaba,
dobla lastimera y llora
por la herencia sepultada.
Me asomé a la almena,
no diré que vi,
metales sangrando,
me creí morir.
ADIVINA/ADIVINANZA
Soy un tanto irresponsable,
y en la hoya armé un follón,
tengo al legado temblando,
metido en un callejón.
Mi yo en política anda
y ahora aspiro a otro sillón
dejo las torres forradas,
sin salida el callejón.
Y una penca muy pinchosa
me premiaron con amor.
CONTESTACION AL ACERTIJO ANTERIOR:
Yo lo se: ¡¡ LA PATATA !!
ADIVINANZA
Yo soy el arquicorten
restauróxido de talla
herrumbrador de muralla
acerante todo a cien.
De rojo tengo manchado
los vestigios de Jayrán,
por mis postizos me dan
un chumbo que me he ganado.
En Abla fama gané
pues de Roma hice un aseo,
alicaté el mausoleo,
sus viejas huellas borré.
A Roma modernidad
di en acierto extraordinario,
de mausoleo a miccionario
vino el legado a quedar.
* MICCIONARIO: Sitio donde las palabras siempre están mojadas y malolientes.
* PUES DE ROMA HICE UN ASEO: Acaso quiera indicar que el momumento romano del siglo II sufrió un proceso tal de enmascaramiento, deformación, desvirtuación y avasallamiento, con obra de factura moderna, y hasta quedar convertido en un engendro que recordaba en todo a un pipiadero o urinario público.
Toda de metal cubierta
con chorreones rojizos,
puede cubrir la Alcazaba
alarife advenedizo.
Arquitecto tapa/juntas,
y junta tapa/cortenes,
pondrán las torres y adarves
mal cubiertos de sartenes.
UNA FORMA DE VENCER LA IGNOMIA EN LA MURALLA MEDIEVAL DE JAYRÁN: IR DE MANERA CONSTANTE, CADA SABADO, A LA MISMA HORA, UN GRUPO DE PERSONAS, HASTA QUE CONSIGAMOS QUE QUITEN EL AÑADIDO HORRENDO. AL FINAL NO TENDRÁN MÁS COXONES QUE QUITARLO. LA CONSTANCIA DE LA GOTA DE AGUA HORADANDO LA PIEDRA.
LOS IMPLANTES/BASURA
Escoger los lugares para dar dentelladas,
poner planchas de muerte de epitafio corten,
que la Junta en declive prosiga sus bobadas
y a las aberraciones les diga amén-amén.
Gastarse una fortuna en destrozar la herencia,
poner el patrimonio al borde de un dolor,
atizarle en la jeta sin ninguna clemencia,
desoir las razones y abortar el clamor.
Dejar que se derrumben los restos del pasado,
lo viejo está gastado y urge modernizar,
con implantes/basura el cielo está ganado,
una sucia vanguardia al lienzo de Jayrán.
Por una pasarela mediocre de diseño,
de bodrios recosida, manchada con orín,
meada de una nube para oxidar el sueño,
la fetidez parece que nunca tenga fin.
José María Medina.
Excelentes muchos de estos versos. Los de José María Medina recuerdan los ritmos modernistas (esos mismos que imita el cantante Javier Sabina). Habría que hacer una selección y leerlos junto al patrimonio herido.